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Cómo Crear tu Banco de Leche Materna sin Perder la Confianza (ni la Calma).

Cómo Crear tu Banco de Leche Materna sin Perder la Confianza (ni la Calma).
Volver al trabajo y seguir con la lactancia materna es un gran reto, pero totalmente posible. En este artículo te contamos cómo empezar a crear tu banco de leche de forma inteligente y sin estrés. Desmontamos el gran mito del sacaleches y te damos consejos prácticos para que te sientas segura y preparada en esta nueva etapa.  

Cómo Crear tu Banco de Leche Materna sin Perder la Confianza (ni la Calma).

La vuelta al trabajo se acerca y con ella, una de las mayores angustias para las madres lactantes: ¿Cómo voy a seguir dándole el pecho si no estoy?. Y entonces aparece el concepto banco de leche, que suena a algo industrial y complejo.

Quiero felicitarte antes de empezar. Si estás leyendo esto, es porque te estás planteando seguir con la lactancia materna mientras trabajas, y eso es un acto de amor y una proeza logística brutal. Es un trabajo arduo: sacarse la leche, almacenarla, descongelarla, enseñar a la persona que va a cuidar de tu bebé cómo hacerlo... es todo un proceso.

Así que vamos a hablar de ello. Esto no es una guía de reglas estrictas, sino una conversación para desmitificar el proceso, darte herramientas y, sobre todo, para que confíes en tu cuerpo.


El Gran Engaño del Sacaleches: ¿Por Qué lo que Extraes NO Mide tu Producción?.

 

 

Este es el primer y más importante punto que debemos aclarar. Para muchas madres primerizas (y para sus familiares bienintencionados), el sacaleches se convierte en un juez implacable. Te lo pones, sobre todo al principio, y ves que sale poco. El pánico es instantáneo. No produzco suficiente leche, piensas. Y ahí empieza una espiral de desconfianza.

Necesitas grabarte esto a fuego: la cantidad que extraes con un sacaleches NADA tiene que ver con tu producción real de leche.

- Un sacaleches es una máquina. Extrae de forma mecánica la leche que está almacenada en tus conductos.

- Tu bebé es tu mejor extractor. Su succión y el contacto contigo activan el reflejo de eyección y hacen que tu cuerpo produzca leche en tiempo real.

Es una de las preguntas más comunes en los grupos de lactancia y en las asesorías profesionales: ¿Por qué cuando me pongo el extractor no sale casi nada, pero cuando mi bebé mama lo escucho tragar y tragar?. La respuesta es esa. Confía en tu bebé, no en la máquina. Un sacaleches es tu herramienta para la extracción, no una prueba de laboratorio.


Paciencia…

Como sucede con todas las destrezas que valen la pena, puede que necesites algo de tiempo para familiarizarte con el uso del extractor. La clave es ser paciente. El extractor no provocará en ti los mismos sentimientos que tu bebé, por lo que tu cuerpo necesita aprender a activar el reflejo de eyección de la leche también con él. Con el tiempo y la práctica, la cantidad de leche extraída debería aumentar.


¿Y Cuándo Debería Empezar a Extraerme Leche?.

Con toda esta información, puede que te entren las prisas por empezar. Sin embargo, no es necesario precipitarse.

Durante las primeras cuatro semanas, tú y tu bebé trabajaréis juntos para iniciar y establecer tu suministro de leche. Si tu bebé está sano y la lactancia va bien, no necesitarás un extractor para este fin. La extracción es una herramienta muy útil si tienes que estar separada de tu bebé en algún momento. Si no es así, disfruta de esas primeras semanas de conexión directa. Aunque tengas planeado extraer leche de forma regular en el futuro, no es necesario entrenar a tu cuerpo para ello desde el día uno.


El Banco de Leche Inteligente: Calidad antes que Cantidad.

Sacarse leche es como correr una maratón: el primer día no puedes pretender correr 50 km sin haber entrenado. Con tus pechos pasa igual. Para la mayoría, es un proceso progresivo.

El objetivo no es tener un congelador a rebosar que te genere más estrés, sino crear un banco de leche inteligente: tener la cantidad de leche adecuada para las necesidades REALES de tu bebé mientras tú no estás.

Para ello, hay que hacer una pequeña ecuación. Saber cuánta leche necesita tu bebé en tu ausencia es clave para que se mantenga en sus percentiles. Si con el tiempo notas que tu bebé baja de peso o de percentil, y eso ocurre justo cuando empiezas a trabajar o a ausentarte, es una señal de que no está consumiendo suficiente leche y hay que poner manos en el asunto. Y esa solución nunca es sustituir una toma de leche por alimentación complementaria antes de tiempo.


Manos a la Obra: Consejos Prácticos para Almacenar tu leche materna.

Una vez que empiezas a extraerte, la correcta conservación es fundamental.

- Elige bien tu recipiente: Tienes dos grandes opciones. Las bolsitas para leche materna son las preferidas por muchas porque ocupan menos espacio. Sin embargo, los recipientes para leche y alimentos son reutilizables y muy resistentes.

- Rotula siempre ANTES de llenar: Apunta la fecha y la cantidad.

- Saca todo el aire: Antes de cerrar la bolsita, aplástala con cuidado para sacar el aire.

- Del pecho al frío, lo más rápido posible: Intenta que la leche pase el menor tiempo posible a temperatura ambiente.

Una nota importante: Una vez que tienes tu leche en la bolsita o recipiente, empieza el mundo de la conservación: ¿Cuánto tiempo dura en la nevera? ¿Y en el congelador? ¿Cómo se descongela de forma segura? Este tema es tan importante y tiene tantos detalles que le dedicaremos un próximo artículo completo en el blog. 


¿Y si Siento que no Llego? Aumentar la producción es posible.

Esta es la gran pregunta. ¿Se puede aumentar la cantidad de leche que se produce? La respuesta es un sí rotundo. Tu producción se basa en la ley de la oferta y la demanda: a más estimulación, más producción.

Aumentar la producción se consigue con paciencia, técnica y, sobre todo, con el conocimiento de la fisiología de la lactancia. A veces, el mejor camino es buscar ayuda experta. Un acompañamiento profesional como el que ofrece nuestra experta, Jessica, en su programa Lactancia Feliz puede darte las herramientas y la confianza para ajustar tu rutina de extracción de forma segura y eficaz.


Lo Estás Haciendo Perfecto.

Crear un banco de leche es un acto de amor que requiere un esfuerzo titánico. No te compares con nadie, cada madre y cada bebé sois un mundo. Confía en tu cuerpo, confía en tu bebé y busca apoyo cuando lo necesites. Cada gota que extraes cuenta. Sigue adelante.

 

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