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"Se va a Acostumbrar a los Brazos": La Frase que Ignoré y la Ciencia que me Dio la Razón.

"Se va a Acostumbrar a los Brazos": La Frase que Ignoré y la Ciencia que me Dio la Razón.
Si tu instinto te pide tener a tu bebé en brazos pero te da miedo "malcriarle", este es tu sitio. Te contamos lo que la ciencia dice desde hace 40 años: el contacto físico no solo es bueno, es fundamental para su desarrollo. Descubre los beneficios reales de tus abrazos y caricias.

"Se va a Acostumbrar a los Brazos": La Frase que Ignoré y la Ciencia que me Dio la Razón.

"No le cojas tanto, que se va a acostumbrar a los brazos". Si eres madre o padre, seguro que has oído alguna variación de esta frase. Te la dice gente con buena intención, repitiendo un mantra de otra época. Y mientras, tú sostienes a tu bebé, sientes cómo se calma en tu pecho, y una vocecita dentro de ti, tu instinto, te grita que lo que estás haciendo está bien.

Hoy quiero hablarte de esa vocecita. Porque la ciencia, desde hace décadas, ha venido a confirmar lo que tu corazón ya sabía: tus brazos, tu tacto y tu cariño no solo no malcrían, sino que son el alimento más importante para el cerebro y el alma de tu bebé.

 


Lo que la Ciencia Sabe desde Hace 40 Años (y Hoy Confirma con Más Fuerza).

Esto no es una moda nueva. En 1984, en una época con ideas sobre la crianza mucho más rígidas, un estudio liderado por la Dra. Tiffany Field sacudió los cimientos de la neonatología. Demostró algo revolucionario: los bebés prematuros que recibían masajes y contacto físico programado ganaban un 47% más de peso, estaban más activos y alerta, y recibían el alta hospitalaria una media de 6 días antes que los que no recibían ese estímulo.

Si el simple tacto podía tener un efecto tan poderoso en bebés tan vulnerables, ¿qué no haría en un bebé sano? Hoy, 40 años después, la neurociencia nos ha dado todas las respuestas. Cada vez que abrazas, meces o masajeas a tu bebé, en su cerebro se desata una cascada de química positiva.

 


Veamos qué Pasa en tu Bebé Cuando le Tocas.

Cuando sostienes a tu bebé, no solo le estás dando calor. Estás construyendo su cerebro, regulando su sistema nervioso y sentando las bases de su seguridad emocional para el resto de su vida.

- Reduces el Estrés (el suyo y el tuyo): El contacto piel con piel y los masajes disminuyen los niveles de cortisol (la hormona del estrés) en el bebé. Y en ti, liberan oxitocina, la famosa hormona del amor, que te hace sentir más tranquila y conectada. Es un círculo vicioso, pero de los buenos.

- Potencias su Desarrollo Cerebral: Como demuestran revisiones de estudios más recientes publicadas en portales de referencia como PubMed Central, el tacto estimula la mielinización y la creación de nuevas conexiones neuronales. Cada caricia es un pequeño chispazo que ayuda a madurar su cerebro.

- Mejoras su Sueño: Los bebés que reciben contacto físico de forma regular tienden a dormir más profundamente y a tener menos despertares. El contacto les da la seguridad que necesitan para "soltarse" y descansar.


Masaje infantil: el contacto que ayuda a tu bebé a crecer más sano.

Esto va más allá de aliviar los famosos cólicos. El estudio pionero de 1984 se centró precisamente en esto: bebés que, gracias a masajes diarios, ganaban significativamente más peso. El contacto estimula su sistema digestivo y circulatorio, ayudándoles a prosperar. No necesitas ser un experto, un simple masaje suave en la tripita o en las piernas después del baño puede marcar una gran diferencia.

 


Cómo Integrar el Contacto en vuestro Día a Día.

 

No se trata de hacer nada complicado ni de seguir un manual. Se trata de seguir tu instinto y aprovechar los pequeños momentos.

- El Piel con Piel no es solo para el hospital: Cualquier momento en casa es bueno. Quítate la camiseta, pon a tu bebé sobre tu pecho (solo con el pañal) y tápate con una manta de bambú, que es increíblemente suave y transpirable. Es el mejor regulador de temperatura y el mayor chute de calma que existe.

- El Baño, un Ritual de Conexión: El momento después del baño es mágico. Con la piel todavía un poco húmeda y calentita, es ideal para un masaje suave. No necesitas ser una experta, solo movimientos lentos y cariñosos. Tener a mano un poncho-toalla gustoso hace que la transición del agua al masaje sea un momento de puro placer, sin que coja frío.

- La Comodidad de un Buen Cojín: Aquí te cuento un truco personal. Un cojín de lactancia no solo sirve para dar el pecho. Yo lo usaba constantemente para estar más cómoda en el sofá. Me recostaba encima de él y colocaba a mi peque sobre mi pecho. Estábamos los dos en una nube, piel con piel, sin forzar la espalda. Fue mi gran descubrimiento del posparto.


Sí, se Acostumbran. Menos Mal.

Volvamos a la frase del principio: "¿Y si se acostumbra a los brazos?". La respuesta es: sí, claro que se acostumbra. Y menos mal.

Qué horrible sería para un ser humano recién nacido tener que acostumbrarse a unos padres que no le cogen, que no le tocan y que no le atienden como necesita y merece. Se acostumbran a sentirse seguros, a ser queridos, a saber que si algo va mal, mamá o papá estarán ahí. Y esa costumbre es la base sobre la que construirán toda su autoestima y su capacidad de relacionarse con el mundo.

La evidencia está clara desde hace casi 40 años: ese contacto físico, ese arrullo, ese masaje amoroso… no solo es amor, es desarrollo. Y si los bebés se acostumbran, qué suerte que nosotros también lo hacemos: qué maravilloso es poder sostenerlos, tocarlos y atenderlos como merecen.

Así que la próxima vez que alguien te cuestione por coger a tu bebé "demasiado", sonríe para tus adentros. No estás malcriando. Estás construyendo. Estás usando la herramienta más antigua y eficaz del mundo: el amor.

 


Fuentes para profundizar:

- Field, T., Schanberg, S. M., Scafidi, F., Bauer, C. R., Vega-Lahr, N., Garcia, R., Nystrom, J., & Kuhn, C. M. (1986). Tactile/kinesthetic stimulation effects on preterm neonates. Pediatrics, 77(5), 654–658. (Este es el estudio original, aunque se cita como de 1984 por el inicio de la investigación).

- Revisión de estudios sobre la terapia de masaje en prematuros en PubMed Central (PMC).

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